La nicotina para el organismo es comparable a la figura de un terrorista que simula ser una persona seria actuando con una vida normal, estudia el lugar y, en forma falaz, realiza su tarea de destrucción. Desde el inicio como una fiera salvaje vigila a su presa, le muestra los dientes en falsa sonrisa, y luego se prende al cerebro con la adicción y termina destrozando el corazón y los pulmones.
La nicotina es una droga que se encuentra en las hojas de tabaco. Cuando un fumador inhala la nicotina, ésta va directamente a los pulmones y a la sangre. En siete segundos una cuarta parte de la nicotina ha llegado al cerebro, a través de la arteria pulmonar. Es una droga psicoactiva y un potente reforzador conductual, capaz de producir severa dependencia química en el consumidor. Actúa según la dosis pues a dosis bajas es psicoestimulante mejorando la capacidad mental, sobre todo la concentración, y a dosis altas tiene un efecto sedante al actuar como depresor.
Acción Cerebral
Las señales nerviosas se transmiten de una neurona a otra a través de las uniones interneuronales llamadas sinapsis, en donde el impulso nervioso se transforma en mensajes químicos que toman la forma de una sustancia secretada por la neurona, que es el neurotransmisor o neuromediador. Estos atraviesan la sinapsis actuando sobre las proteínas del receptor de membrana de la siguiente neurona.
El control neurohormonal de la actividad encefálica se realiza de dos maneras:
Control directo por la transmisión de señales nerviosas específicas desde la parte inferior del encéfalo a las regiones corticales del cerebro.
Control por liberación de agentes neurotransmisores excitadores o inhibidores en la sustancia encefálica. Neurotransmisores que ejercen el control por períodos más prolongados que los producidos por una activación o inhibición instantáneas.
En el cerebro humano hay cuatro sectores de activación y control por neuromedidores:
El locus ceruleus y el sistema de la norepinefrina.
La sustancia negra con el núcleo accumbens y el sistema de la dopamina.
Los núcleos del rafe y el sistema de la serotonina.
El núcleo gigantocelular de la formación reticulada y el sistema de la acetilcolina.
Si bien todos intervienen en los procesos de adicción a distintas drogas, en la ADICCIÓN A LA NICOTINA tiene principal importancia el Sistema Mesolímbico Dopaminérgico, y en su Síndrome de Abstinencia interviene el Locus Ceruleus y el Sistema de la Norepinefrina.
La nicotina responsable de la nicotino dependencia puede ser definida como una sustancia psicoactiva cuya acción consiste principalmente en la activación de dos centros cerebrales:
El Sistema Mesolímbico Dopaminérgico que es considerado como el centro cerebral del placer y de la gratificación y su estimulación es responsable de la fármacodependencia, en la cual el sujeto intenta encontrar el efecto euforizante (Craving).
El Locus Ceruleus que es responsable del estado de alerta y de vigilia. Su estimulación por parte de la nicotina mejora las funciones cognoscitivas, la capacidad de concentración, las perfomances intelectuales y al mismo tiempo puede reducir las reacciones de estrés, proporcionando una impresión de seguridad y de relajación en las situaciones críticas.
La nicotina se une a los receptores para la nicotina en el cerebro y estimula la liberación de dopamina elevando
sus niveles. La dopamina es liberada hacia la sinapsis (el espacio entre las terminaciones nerviosas y la célula receptora) y se une a los receptores de la siguiente neurona. La dopamina rápidamente se reabsorbe o se elimina por la enzima monoaminooxidasa (MAO). Sin embargo, cuando se introduce la nicotina al fumar, la nicotina estimula la liberación de dopamina mientras que otra substancia en el humo de cigarro bloquea la acción de la MAO. Los niveles bajos de MAO resultan en niveles elevados de dopamina. Esto interviene en la biología de la adicción a la nicotina, agregándose al aumento de dopamina en el núcleo accumbens
Neurotransmisores
La nicotina favorece la liberación de algunos neurotransmisores a nivel cerebral como la dopamina y la norepinefrina que generan sensaciones de placer y alerta. El neurotransmisor es una sustancia producida por una célula nerviosa capaz de alterar el funcionamiento de otra célula de manera breve o durable, por medio de la ocupación de receptores específicos y por la activación de mecanismos iónicos y/o metabólicos.
Un mensaje de una neurona a otra es transmitida con la ayuda de diferentes transmisores químicos. Esto ocurre en puntos de contacto específicos, las sinapsis, entre células nerviosas. El transmisor químico dopamina se forma a partir de los precursores tirosina y L-dopa y es almacenada en vesículas de las terminales nerviosas. Cuando un impulso nervioso causa que las vesículas se vacíen los receptores para dopamina en la membrana de la célula receptora son influenciados de tal manera que el mensaje es llevado al interior de la célula.
La nicotina imita la acción de un mediador natura, la acetilcolina. Ella se liga a los receptores nicotínicos en el sistema nervioso e incluídos en diferentes estructuras cerebrales.
La sinapsis dopaminérgica: La dopamina se sintetiza a partir de la tirosina, a través de los mismos pasos enzimáticos que la sinapsis noradrenérgica: la tirosina-hidroxilasa convierte la tirosina en DOPA; la DOPA-descarboxilasa la convierte en dopamina . La DA puede almacenarse para de allí liberarse Una vez liberado el neurotransmisor puede ocupar receptores postsinápticos, metabolizarse, recaptarse u ocupar autorreceptores . Dentro de la terminal, la DA puede metabolizarse por la monoamino-oxidasa mitocondrial .
La sinapsis noradrenérgica: sintetiza, acumula y libera noradrenalina o norepinefrina . El neurotransmisor proviene de la conversión del aminoácido precursor, la tirosina, a través de varios pasos enzimáticos, hasta noradrenalina: la tirosina- hidroxilasa convierte la tirosina en DOPA; la DOPA-descarboxilasa la convierte en dopamina, y la dopamina -b- hidroxilasa en noradrenalina. Ésta puede almacenarse junto con otras proteínas sinápticas y con ATP para de allí liberarse, directa o indirectamente. Una vez liberado, el neurotransmisor puede ocupar receptores postsinápticos, metabolizarse por la enzima catecol -O- metiltransferasa (COMT), recaptarse para su eventual reutilización u ocupar autorreceptores (AR)
Neurobiología de la Adicción
La adicción a la nicotina es básicamente un trastorno cerebral mediado nerurobiológicamente y que se localiza en el sistema mesocórtico-límbico-dopaminérgico, lugar donde se genera la recompensa. Y esto se produce de la misma forma que para otras drogas, con la vía dopaminérgica localizada en el núcleo accumbens.
Para aclarar esto elaboramos un esquema con estos procesos y las vías que siguen:
En el cerebro tiene lugar el proceso de adicción, originándose las vías en las neuronas dopaminérgicas del segmento ventral del cerebro medio (Área Ventral Tegmental) y de allí asciende al Núcleo Accumbens en las áreas prefrontales de la corteza del cerebro. Se estimula el aumento de dopamina en el núcleo accumbens, lo cual es el sistema de recompensa y gratificación, que establece la necesidad por la droga y la dependencia.
La abstinencia sigue la vía noradrenérgica, mediada por la norepinefrina que se concentra en las neuronas del locus ceruleus. Cuando un fumador trata de no fumar los niveles de nicotina caen y la frecuencia de los disparos de las neuronas noradrenérgicas en el locus ceruleus llega a ser anormalmente alta y causa de los síntomas de abstinencia a la nicotina.
En el cerebro del fumador la nicotina estimula la liberación de dopamina y muestra el sello característico neurobiológico de las drogas adictivas: Un exceso de dopamina en el núcleo accumbens.
La nicotina actúa a través de los receptores colinérgicos de nicotina, produciendo liberación de neurotransmisores dopamina, GABA, serotonina, norepinefrina, péptidos opiáceos,, vasopresina y endorfinas. También otras sustancias del humo del tabaco actúan aumentando la dopamina al disminuir la enzima monoaminooxidasa (MAO) que la degrada.




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